El segundo domingo de marzo se celebra en Reino Unido el día de la madre y aunque me sigue pareciendo rara la fecha fue un día lindo y diferente, de esos en los que te sorprenden desde que abres el ojo…
Lo más bonito es cuando tienes cero expectativas, sobre todo porque quedas en no celebrar (el día de madre peruano es en Mayo) y de pronto ese día sin planear se convierte en uno de los mejores.
Mi día empezó con un ratoncito trepado encima mío junto con un paquetito verde. Siempre al final de las semanas nos entregan los trabajos y dibujitos que hacen en el nursery y esta vez había una linda tarjeta y un collarcito hecho por él.
Mis dos chicos me sorprendieron además con regalitos londinenses, un dijecito en forma de corona de reina de UK y otro de Minnie Mouse. Y cuando de pronto escuché “mi mama es la reina” de Kael me explotó el corazón.
Decidimos ir a pasear por el este de Londres, a una zona muy trendy llamada Shortdish que se caracteriza por lo artística, bohemia y vintage; llena de paredes y murales de colores que alegran las calles.
Como siempre improvisados frenamos de camino en Liverpol Station (es una zona financiera al lado de Shortdish) para intentar almorzar en Duck and Waffles; un restaurante donde la combinación de pato con waffles es su propuesta principal. Está ubicado en el piso 40 de uno de los edificios más altos de Londres y tienen tanta gente que abren las 24 horas del día.
Claramente no pudimos comerlos porque para variar no teníamos reserva y siendo día de la madre peor. Lo bueno fue que igual pudimos subir al bar, así que aprovechamos la siesta de Kael para empezar a celebrar con una vista increíble de toda la ciudad:
En su carta de tragos tienen una sección de cocktailes que van cambiando cada mes así que pedimos unos de ahí. Las copitas eran chiquitas pero la mezcla de gin y mandarina tan rica e intensa hizo que fuera uno de los mejores que he probado.
Ya con un poco de hambre llegamos a un centro de misiones convertido hamburguesería que nos habían recomendado "Meat Mission Hoxtons", donde lo satánico y religioso te miraban por todos lados. Un sitio bastante peculiar; con un ambiente simpático y una comida rica y calórica de domingo sin culpas.
@brownabout
Algo que se encuentra bastante en Londres son los Ping Pong resto/bars, donde además de comer y tomar tienen mesas de ping pong. Nunca habíamos ido a uno así que decidimos entrar a jugar. Si en algo soy realmente mala es en darle a la pelota y si bien los partidos no duraron mucho el ambiente con música y luces de colores lo hizo divertido. El más feliz fue Kael que no se cansó de tirar y recoger pelotitas una y otra vez.
No hay final feliz sin dosis de azúcar, ya de regreso nos chocamos con una ventana muy provocativa de donuts repletos de chocolate, galletas, caramelos y frutas que no dudamos en comprar. Se llama Doughnut Time y tiene algunos otros locales en Londres así que si te cruzas con uno te lo recomiendo al 1000%.
Y así como si nada se pasó nuestro domingo familiar, muy engreída por mis chicos, con unos cuantos kilitos de más, pero con el corazón llenito de amor.
Siempre es bueno organizar y planear tus días libres (sobre todo en este país) pero hay algunas veces que lo improvisado resulta siendo muchísimo mejor!
DANCE WHEREVER YOU MAY BE!
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